viernes, 5 de septiembre de 2014

No lo volveremos a ver


Por: Alexander Silva Bustos
Twitter: @alexsilva_78


Faltaban cinco minutos para las doce del día. Recién había llegado a mi casa de trabajar un rato cuando mi papá me llama diciéndome: ‘’Alex, venga a ver esto”. A medida que voy llegando oigo que la presentadora del noticiero menciona el apellido Cerati y cuando estoy de frente al televisor oigo la terrible noticia que Gustavo Adrián Cerati había fallecido. Mi primera reacción fue llevarme las manos a la cabeza y decir: “Dios, no”. Me quedé callado y seguí escuchando atento el lánguido parte médico que daba cuenta de su deceso mientras recordaba que, hace apenas unas semanas, deseaba en este mismo espacio verlo por última vez acariciando las cuerdas de su PRS Custom Multifoil Special Model de color azul; por tanto empecé a procesar que ese deseo ya no se haría realidad.

Para mí, Gustavo Cerati es al rock latinoamericano lo que John Lennon es al rock clásico o lo que Kurt Cobain es al rock alternativo. Así de grande lo considero yo. Tomó las banderas de una generación que fervientemente deseaba ser escuchada en tiempos del final de la dictadura militar argentina pero que poco a poco fue traspasando fronteras hasta convertirse en el ídolo de multitudes que es y seguirá siendo para siempre. Tanto en sus entrevistas como en sus canciones Cerati decía lo justo, nada de más y tampoco nada que pudiera hacer falta. Gustavo cantó sobre lo que cantaban todos, pero ninguno cantó como Cerati. Además, siempre la parte visual en sus conciertos y en sus videos fue un sello característico de su personalidad mostrando esa psicodelia moderna que tanto llamaba la atención.

Hoy lastimosamente, Cerati reclama oficialmente su lugar dentro de los inmortales del rock dejando una gran huella con sus composiciones, su voz, su carisma y su estilo. En la tarde hablaba con una prima que también está muy triste, al igual que yo, por la muerte de este gran artista y le dije: “quisiera ver que cuando los cantantes de reggaeton empiecen a abandonar este mundo ellos puedan dejar un legado que por lo menos sea de la tercera parte del tamaño del que nos deja Cerati”. Ya sea como solista o con su banda de toda la vida, Soda Stereo, tenemos un impresionante repertorio de canciones donde podemos ver reflejados todos los sentimientos posibles desde distintas perspectivas. Son temas que te llegan al alma porque son muy fáciles de asociar con momentos por los cuales todos pasamos y que tienen unas letras donde encontramos frases que marcan a fuego el alma de quien las escucha y sobre todo, del que las entiende.

El dolor es la manera irónica que tiene la vida para hacernos recordar a aquellos que marcaron nuestra existencia. Más aún si este dolor está relacionado con la muerte. Es hora de decirle adiós al gran Gustavo Cerati, que en vida dijo: “Poder decir adiós es crecer”. De lo que no estoy seguro es si Cerati en ese momento recordó que crecer duele. Demasiado.

Gustavo: Nosotros nos quedamos aquí En La Ciudad De La Furia esperando a que nos despierten Cuando Pase El Temblor. Ojalá que tus canciones sigan siendo el Puente que crucemos cada vez que queramos desconectarnos y ser Prófugos de esta Persiana Americana. Así podremos escapar hacia una Primavera Cero que está más allá de la realidad, donde los Signos me dicen que se encuentra una alma gemela a la que le podamos decir Trátame Suavemente y Tráeme La Noche mientras tú, mi alma gemela y yo nos vamos de Picnic En El Cuarto B a tomarnos un delicioso Té Para Tres en ese Mundo de Quimeras donde Siempre Es Hoy y en el que los Juegos de Seducción están a la orden del día, como Paseando por Roma, mientras sufrimos de una poderosa Sobredosis De TV. Hoy, tú partes de este mundo y te vas Un Millón de Años Luz de aquí, sin embargo nos dejas tu maravillosa música; la música de aquel amor: De Música Ligera. Nuestra existencia no hubiera sido la misma sin ella, así que GRACIAS TOTALES.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Nel letto del degrado della democrazia


Por: Oscar Tellez Dulcey
Facebook: Oscar Tellez
Twitter: @oscar_ftellez


Nosotros los colombianos –bueno en realidad aquellos colombianos que se apasionan por la historia- tendemos a jactarnos de tener la democracia más antigua de América Latina. En varias ocasiones, se ha festejado por los cielos, la tan venerada ‘’democracia representativa’’ que hemos acogido para nuestra sociedad. Bueno la verdad es que no se festeja, los intelectuales se indignan con cada colombiano cuando no ejerce el principal derecho democrático: el voto. Pero eso sí, voy a atreverme a decir que para un 90% de nosotros los colombianos, tener democracia significa poder votar.

Como sociedad tenemos un déficit de conocimiento con respecto a la práctica democrática. Nos sentimos parte de una sociedad justa, porque creemos tener democracia. Es más, nos sentimos herederos de la tradición griega, cuando no tenemos en nuestra cabeza un solo rastro de la práctica democrática de las tribus griegas. Nos alimentamos de la definición fácil de la democracia y la idea de que esta es el ‘’poder del pueblo’’, jamás sale de nuestra cabeza. Y entonces, sería válido preguntarnos ¿si la democracia es el poder del pueblo, por qué la historia de la dirigencia colombiana la han protagonizado 15 –por mucho 20- familias? Si eso es poder del pueblo, creo que tengo que revisar la definición de pueblo.

El modelo democrático, como la gran mayoría de cosas en nuestro país, fue importado del inalcanzable mundo moderno. Ni siquiera nos preocupamos por estudiar las consecuencias de establecer modelos ajenos, y como nos pareció bonito, pues decidimos jugar así. Jamás tuvimos la capacidad intelectual para indagar sobre los orígenes de eso que llamamos democracia. No tuvimos en cuenta que para los padres de la democracia la cosa no era solo sentarse a hablar en la plaza. A los colombianos jamás nos hablan de la Eclessia, esa reunión de aproximadamente 7000 hombres de diferentes tribus griegas que se reunían 40 veces al año para discutir sobre el bienestar público. A la escuela se le ha olvidado contarnos que de esos 7000, 500 formaban parte de un consejo que variaba cada mes, 50 establecían un comité que asesoraba a los 500 anteriores, y de esos 7000 uno era nombrado como presidente (el presidente duraba un día en el cargo).

Y si no tenemos conciencia de lo que ocurrió con los griegos, podemos decir que en buena parte tampoco tenemos conciencia de lo que significa hablar de democracia hoy. Nos limitamos a entender que la democracia (‘’el poder del pueblo’’) pasa únicamente por el voto. Desconocemos que la democracia actual es el sustento del modelo económico que domina el mundo, y que, para el caso de nuestro país, de representativa se queda corta, porque a lo largo de la historia pareciera que los intereses del pueblo expuestos por esos representantes quedan relegados y siguen beneficiando a esa clase dominante que no suelta el mando y simplemente pasa la pelota a su sangre.

Es necesario, además de un compromiso con nosotros como sociedad, entender que lo democrático pasa por juegos económicos, por políticas de desarrollo, por la legitimidad que otorgamos los ciudadanos a la fuerza represiva del Estado, por la facultad que otorgamos a los gobernantes de de administrar nuestras realidades, por el bienestar de las comunidades, por el papel protagónico de los intereses del pueblo y por posibles políticas que en realidad sumerjan a nuestra sociedad en los caminos del progreso colectivo. A esto último debemos agregarle, que sea propio, engendrado por nosotros y no traído de un país social, política y culturalmente diferente al nuestro.

Quizás debamos cansarnos de los Santos, los Pastrana, los López, los Samper, los Galán y de muchos otros que a manera de monarquía, heredan el derecho de administrar un país. Quizás si miramos hacia el lado más profundo de la democracia entendamos que como colombianos también podemos ser elegidos, y por ende es absurdo que en una buena cantidad de ‘’partidos políticos’’ existan cuotas de ingreso al mismo, y de aspiración a cargos públicos. Ahora para ser Presidente me tocó pagar una millonada. Si esta no es la cama de la degradación de la democracia, entonces nos tocará esperar lo peor.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Colombia es pionera en hacer lo que no se debe


Por: Catalina Rivera Rodríguez
Facebook: Kata Rivera
Twitter: @LaPerpleja


Todo lo que en los países extranjeros causa polémica o esta inservible es bueno para traerlo a nuestro país.

Varias compañías se han interesado en Colombia para la extracción de diversos materiales, si yo fuera una empresa devoradora del medio ambiente, 100% capitalista por lo cual quisiera tener un margen de ganancia lo más alto posible, pensaría también en nuestro país. Aquí las garantías de bienestar se quedan con las empresas, no con la población. Neoliberalismo sin políticas proteccionistas es el paraíso para estas megaindustrias.

El viceministro de energía, Orlando Cabrales,  anunció que la técnica fracking fue aprobada, se trata de un método para la extracción de hidrocarburos. El proceso consiste en perforar el suelo para llegar a profundidades de hasta 5.000 metros; una vez allí, se inyecta en el subsuelo agua a presión mezclada con arena y cientos de sustancias químicas para extraer el gas natural.

Ecologistas han advertido sobre los peligros de la también llamada fractura hidráulica, ya  que dentro del agua que se vierte en el suelo hay al menos 100 de las más de 750 sustancias que son nocivas para el ser humano. Estos compuestos pueden  alterar funciones sexuales, reproductivas, causar infertilidad, anomalías genitales, e incluso diabetes y algunos tipos de cáncer. Aunque no hay estudios suficientemente  estrictos sobre los efectos para el medio ambiente, sabemos que nuestro país omite este tipo de consecuencias con tal de contar con inversión extranjera.

Por otro lado, las pistolas Taser alias “pachito”  llegaron a Colombia. Estas controvertidas armas eléctricas son reseñadas como peligrosas ya que a pesar de los estudios que se les han hecho el grafitero colombiano de 18 años, Israel Hernández-Llach, murió después de recibir, durante un intento de arresto, un disparo de una de estas en Miami Beach. No solo él ha muerto a causa de estas armas calificadas como no letales, en informe de Amnistía Internacional, titulado Voltios sin control, se señala –esta información es desde junio de 2001 y junio de 2007- que 269 personas han muerto en Estados Unidos y “en 39 de estos casos, los forenses encontraron que el empleo de estas armas fue causa o factor contribuyente de la muerte".

Además de ello, si la descarga se aplicara directamente y a poca distancia en  ojos, cuello, oídos e incluso en algunas mucosas, como la boca, o estructuras frágiles, como los genitales, el daño puede ser severo. A pesar de que se ha dicho que serán de uso privativo de la Policía no dudo de que en algún momento las usarán en marchas y manifestaciones y allí tendremos el infortunio de probar su peligrosidad.

Estos son solo dos ejemplos de tecnologías polémicas que se han aprobado en el país, pero se puede mencionar el glifosato, que se ha probado tiene pésimas consecuencias para los seres humanos o los camiones de basura  que fueron importados para Bogotá, o el modelo de salud con EPS, entre otros. Así las cosas, Colombia es pionera en hacer lo que no se debe, en reciclar malas ideas con pésimos resultados en otros países del mundo.

EN EL TINTERO:

A menos de que haya posibilidad de algún tipo de transacción política o corrupción no veo por qué hablar de la relación de pareja entre las ministras de comercio y de educación Cecilia Álvarez y Gina Parody. Aplaudo que en este gobierno no haya discriminación, lástima que la ministra Parody no represente los intereses de los colombianos.

Me siento realmente orgullosa de los deportistas colombianos, hacen quedar muy bien al país a donde vayan.