No
lo volveremos a ver
Por: Alexander Silva Bustos
Facebook: Aelxander Silva B
Twitter: @alexsilva_78
Faltaban cinco minutos para las doce del día. Recién había llegado a mi casa de trabajar un rato cuando mi papá me llama diciéndome: ‘’Alex, venga a ver esto”. A medida que voy llegando oigo que la presentadora del noticiero menciona el apellido Cerati y cuando estoy de frente al televisor oigo la terrible noticia que Gustavo Adrián Cerati había fallecido. Mi primera reacción fue llevarme las manos a la cabeza y decir: “Dios, no”. Me quedé callado y seguí escuchando atento el lánguido parte médico que daba cuenta de su deceso mientras recordaba que, hace apenas unas semanas, deseaba en este mismo espacio verlo por última vez acariciando las cuerdas de su PRS Custom Multifoil Special Model de color azul; por tanto empecé a procesar que ese deseo ya no se haría realidad.
Para mí, Gustavo Cerati es al rock latinoamericano lo que John Lennon es al rock clásico o lo que Kurt Cobain es al rock alternativo. Así de grande lo considero yo. Tomó las banderas de una generación que fervientemente deseaba ser escuchada en tiempos del final de la dictadura militar argentina pero que poco a poco fue traspasando fronteras hasta convertirse en el ídolo de multitudes que es y seguirá siendo para siempre. Tanto en sus entrevistas como en sus canciones Cerati decía lo justo, nada de más y tampoco nada que pudiera hacer falta. Gustavo cantó sobre lo que cantaban todos, pero ninguno cantó como Cerati. Además, siempre la parte visual en sus conciertos y en sus videos fue un sello característico de su personalidad mostrando esa psicodelia moderna que tanto llamaba la atención.
Hoy lastimosamente, Cerati reclama oficialmente su lugar dentro de los inmortales del rock dejando una gran huella con sus composiciones, su voz, su carisma y su estilo. En la tarde hablaba con una prima que también está muy triste, al igual que yo, por la muerte de este gran artista y le dije: “quisiera ver que cuando los cantantes de reggaeton empiecen a abandonar este mundo ellos puedan dejar un legado que por lo menos sea de la tercera parte del tamaño del que nos deja Cerati”. Ya sea como solista o con su banda de toda la vida, Soda Stereo, tenemos un impresionante repertorio de canciones donde podemos ver reflejados todos los sentimientos posibles desde distintas perspectivas. Son temas que te llegan al alma porque son muy fáciles de asociar con momentos por los cuales todos pasamos y que tienen unas letras donde encontramos frases que marcan a fuego el alma de quien las escucha y sobre todo, del que las entiende.
El dolor es la manera irónica que tiene la vida para hacernos recordar a aquellos que marcaron nuestra existencia. Más aún si este dolor está relacionado con la muerte. Es hora de decirle adiós al gran Gustavo Cerati, que en vida dijo: “Poder decir adiós es crecer”. De lo que no estoy seguro es si Cerati en ese momento recordó que crecer duele. Demasiado.
Gustavo: Nosotros nos quedamos aquí En La Ciudad De La Furia esperando a que nos despierten Cuando Pase El Temblor. Ojalá que tus canciones sigan siendo el Puente que crucemos cada vez que queramos desconectarnos y ser Prófugos de esta Persiana Americana. Así podremos escapar hacia una Primavera Cero que está más allá de la realidad, donde los Signos me dicen que se encuentra una alma gemela a la que le podamos decir Trátame Suavemente y Tráeme La Noche mientras tú, mi alma gemela y yo nos vamos de Picnic En El Cuarto B a tomarnos un delicioso Té Para Tres en ese Mundo de Quimeras donde Siempre Es Hoy y en el que los Juegos de Seducción están a la orden del día, como Paseando por Roma, mientras sufrimos de una poderosa Sobredosis De TV. Hoy, tú partes de este mundo y te vas Un Millón de Años Luz de aquí, sin embargo nos dejas tu maravillosa música; la música de aquel amor: De Música Ligera. Nuestra existencia no hubiera sido la misma sin ella, así que GRACIAS TOTALES.
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