Retroceso
Por: Catalina Rivera Rodríguez
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Twitter: @LaPerpleja
De una educación machista y un genocidio que no respeta nada, menos los Derechos Humanos, viene la siguiente afirmación: “violar a las esposas y madres de combatientes palestinos disuadiría los ataques”. Para empezar, más allá de lo que nos diga la historia, es bueno analizar qué es lo que está pasando en Gaza en este instante ¿se trata en realidad de una guerra, o de un genocidio campal en pleno Siglo XXI?
El ejército de Israel es considerado uno de los más poderosos del mundo, cuentan con un servicio de inteligencia, más de 170 mil hombres en estado activo, en promedio 600 mil civiles armados, sin contar el ejército en reserva, todos ellos contra 6 mil o 7 mil combatientes palestinos. Algunos dirán que eso no quiere decir nada porque muchos ejércitos, a falta de número, han vencido con estrategia, pero vamos a ver más detalles.
La maquinaria de guerra que usan los israelitas cuenta con casi 4 mil tanques, por lo menos 280 helicópteros, más de 800 aviones de combate, cinco submarinos, aproximadamente 5 mil cuatrocientos cohetes, entre otros, mientras los palestinos tienen cerca de 6 mil cohetes y un dron que ya fue derribado, porque era experimental, ¿igualdad de condiciones?
Después de un millar de muertos, entre ellos niños y niñas inocentes que salen a jugar y que no vuelven a sus casas, la frase que Mordejai Keidar, investigador y catedrático de Historia de Medio Oriente, me deja petrificada: “violar a las esposas y madres de combatientes palestinos disuadiría los ataques”.
Esto, no es más sino en resultado de una educación guiada a la visión de la mujer como botín de guerra, al uso de su cuerpo como herramienta en medio del conflicto, es la consecuencia lógica de la visión de los abusos sexuales como estrategia de opresión y no como un crimen. Estamos asistiendo a un retroceso aterrador. No es la primera vez que la mujer es pensada como objeto, y aun sabiendo las características del pensamiento del Medio Oriente con respecto al género femenino, me sorprende que alguien sea capaz de decir tal barbaridad sin despeinarse, habiendo sido, además, parte del servicio de inteligencia durante años.
No tiene que ser usted feminista para despreciar semejante afirmación, tiene que ser ser humano, valga la redundancia, para que tal cosa le suscite vergüenza ajena y horror, un hombre así solo merece pena, decirlo debería generarle, como mínimo un castigo social, que no creo que reciba, porque quién sabe cuántos más estarán de acuerdo con él. No quiero ni imaginarme lo que imparten en la Universidad de Bar Ilan, a donde pertenece, ¿así se están formando jóvenes y adultos judíos?
Estas palabras que nos motiven cada vez más a demostrar el valor que tenemos como mujeres y nuestra igualdad ante los hombres, que no se les olvide que durante la guerra las mujeres han mantenido las casas, las familias y los países a flote mientras sus esposos e hijos se marchan a combatir.
Pero más allá de eso, aun no descubro los beneficios de la guerra, y menos su necesidad, aunque claramente lo que ocurre es Gaza ¡NO ES UNA GUERRA, ES UN GENOCIDIO!
En el tintero:
• El senador Álvaro Uribe Vélez decidió entrar a la Comisión Séptima, encargada, entre otros asuntos, de salud, el Centro Democrático ya presentó su propuesta para este sector, más de la Ley 100 que expuso en su momento y que es la que permitió la corrupción en el sistema, la crisis hospitalaria y las muertes en la puerta de las EPS e IPS.
• María del Pilar Hurtado cada vez más lejos de ser atrapada, ahora anda en Costa Rica, la Interpol no emitió circular roja, es indudable que no quieren que hable porque la Comisión Séptima de Senado se quedaría sin un integrante, irremplazable no para los colombianos, pero si PARA sus amigos más cercanos.