Con la adrenalina de la última hora

Por: Oscar Tellez Dulcey

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Twitter: @oscar_ftellez

Al colombiano se le ha otorgado el don de hacer las cosas con calma, pacientemente y con la adrenalina de sentir vencido el plazo de su labor. Lo confieso, en esta ocasión me pasó a mí. Yo que me jactaba  de no estresarme ni tener a puros para llevar a cabo mis compromisos, he caído en los brazos de la irresponsabilidad, gracias a mis compromisos externos, que no tienen la culpa, pues la culpa es mía; y no encontré un tema en la semana para realizar la publicación ya acostumbrada. Este texto es redactado sobre la hora.

Dirían mis amigos entonces que soy un buen hincha de Millonarios, porque me sentí cómodo durante ocho días, para sufrir y lograr mi objetivo el fin de semana. O que simplemente me relajé un poco más de lo debido en mi condición de colombiano. Pero la verdad, es que tampoco encontré de qué hablar. Parece ilógico porque si existe una semana con temas especiales fue esta. Si se me hubiera dado la gana, recordaría la cabeza de cerdo que los hinchas del Barcelona le arrojaron a Figo (cuando este portaba la diez del Madrid), y que maldijo de por vida a quien porte esta camiseta, como es el caso de James. Y hablando de James, pude preguntarme por el millonario traspaso, que es histórico, y dar a entender que si la FIFA fuera un país sería la decimoquinta mejor economía del mundo, y claro cada club una gran ciudad.

Pude recordar los hechos que desencadenaron el conflicto por el territorio palestino (en un artículo anterior solo mostré mi apoyo al pueblo palestino-musulmán) y sustentar la tesis, que ese es un conflicto lleno de libertades económicas, religiosas y políticas, agregando lo que muy bien afirmó Eduardo Galeano ‘’en el régimen industrial y su libre competencia, está visto que unos son más libres que otros’’. También, si hubiera tocado el tema del conflicto, pude no ir tan lejos y mirar una vez más la realidad de mi país, que si bien nos ha dejado una infinidad de letras dedicadas a la barbarie, el conflicto, la cultura del más por menos, el narcotráfico y el amarillismo, aun nos queda mucho por producir sobre el tema, no solo si vemos el conflicto como la presencia de la guerra, sino como la manera de interactuar, relacionarse y vivir de cada colombiano y colombiana. Pero no, como a cada persona en el país, El show que le armaron a James no me permitió ver más allá de mis narices.

Y si en la farándula y la violencia llueve, pues por el nuevo Senado sí que no escampa. Por qué no se me ocurrió darme a la tarea de poner sobre las letras mi posición de los agarrones entre los senadores. Porque no se me ocurrió poner en las letras mi posición sobre el debate entre Iván Cepeda y José Obdulio Gaviria. Tengo que ser muy sonso, para no entender que cuando Gaviria lance una serie de acusaciones contra Cepeda lo hará con argumentos débiles y a veces toscos, y que si Cepeda se le da por mencionar a cierto cartel de la ciudad de la eterna primavera, a Gaviria le temblará todo y quedará tan triste como yo cuando me enteré que ‘’Doña Mechas’’, la mejor publicista de la campaña reeleccionista, se encuentra hospitalizada. Y que mal que no recordé las estrategias de Álvaro Uribe para evadir preguntas y salir por la tangente.

Porque no me remití al aniversario número 27 del álbum Appetite for Destrctuion, de los Guns N’ Roses. De seguro le había quitado el puesto a mis compañeros que escriben sobre música y el espacio me lo habrían dado a mí, claro eso si menciono la buena historia de Andrés López en el  Gallo de Radiacktiva, sobre el álbum donde nos declaró –y a mi modo de ver acertó- que los Guns fueron para su época la banda insigna de lo que es un rockstar. Y si por fechas se tratara o a manera de efemérides, se me pasó escribir un artículo son el asalto al Cuartel Moncada, hecho histórico que dio inicio a la revolución cubana, y es conmemorado hoy 26 de julio.

Pero bueno, cuando me puse a la tarea de averiguar qué hubiera podido tratar para escribir mi columna semanal, establecí todo en un papel, y en menos de nada me había dado cuenta que por obra del azar, de la incertidumbre de no saber qué hacer y unos buenos conectores, tenía este artículo listo para subir a la web.