sábado, 12 de julio de 2014

Palestina, mi apoyo y visión de su lucha



Por: Oscar Tellez Dulcey
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Twitter: @oscar_ftellez


A Palestina la cercaron, la asesinaron, y en estos últimos días le han recordado que no llevan el título de Estado ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El conflicto en lo que alguna vez fue el Estado Palestino, se torna de nuevo violento, violador por donde se le mire del llamado Derecho internacional Humanitario (DIH) y con intereses que pasan por el ámbito religioso, la economía, el arraigo con el territorio y el honor, si se le puede llamar honor arremeter contra unos muchos que cobija ese llamado DIH (inventado por la ONU para regular la guerra).

En Palestina se producen, no solamente como nos dice solemne cuento bíblico, leche y miel, sino también hambrientos, desterrados, refugiados y bloqueos alimenticios para evitar el abastecimiento de las ‘’organizaciones terroristas’’. Israel cansado de tantos desmanes contra el pueblo judío decidió entrar en el juego de la sangre y el fuego. Al mejor estilo de la banda española Ska-p, David se ha convertido en Goliat para saciar sus intereses y tomar un territorio ajeno gracias a las decisiones que por allá en 1947 tomo la Organización de Naciones, avalando la propuesta del imperio británico, aborrecedor de judíos y musulmanes, y desatador del conflicto en Gaza, Cisjordania y la ciudad de Jerusalén.

Las consignas levantadas por Israel dan cuenta de una lucha antiterrorista contra los Palestinos, vendidos al mundo como inmolados y extremistas. Pero, ¿si existen organizaciones terroristas con intereses corrompidos entre los palestinos-musulmanes, no cabría salvar a quienes viven su vida sin causar mal alguno? A Israel (no a todo israelita y judío) le faltan valores, y encambio sufre un letargo mental causado por la imposición de intereses fijados en la economía, por su estado de represión con el mundo y por sus buenos amigos, aquellos que ganaron la guerra y se creyeron con el derecho de regir el mundo mediante la ONU.

A los palestinos no les adjudico toda mi aprobación (pero sí bastante de ella), porque es imposible. Si allí existen organizaciones terroristas, compro la idea que son el producto de una represión de modo imperialista iniciada por el ‘’Estado de Israel’’, las intifadas han dado muestra de ello. Pero a los palestinos les brindo todo mi apoyo en su lucha por un territorio fundado como tal y que a principios del siglo pasado daba muestra dl revolcón de culturas que caracteriza al Medio Oriente. También les apruebo la tesis de permitirse luchar por lo que verdaderamente vale la pena: la liberación de un territorio y la oposición al neo-colonialismo que se fecunda en los vientres del siglo pasado y el nuevo milenio.

Sigo sin encontrar razones, para que un ejército financiado y apoyado por las potencias occidentales se sumerja en una guerra que parece nunca terminará. No quiero caer en la generalidad de una lucha por el petróleo, porque los pozos petroleros en ese territorio no cuentan con una jurisdicción definida. Y me niego a creer que todo resultará ser un plan de avanzada y de ocupación a los demás países árabes, poseedores en alto grado del crudo. Y no me comeré el cuento de que este conflicto es una lucha religiosa.

Palestina, beligerante en este conflicto, sufre las desdichas de la Segunda Guerra (apéndice de la Primera Guerra), y se convierte en un alto grado más perdedor que Alemania y sus aliados. La votación que le adjudicó, más o menos el 53 % del territorio palestino a los judíos, compró la tesis de la tierra prometida, y patrocino el plan de dominio que Israel tiene sobre el territorio palestino. ¿Sería posible un acuerdo que no implicara sangre? Eso es difícil el afán musulmán por reclamar la soberanía del territorio y la poca disposición de Israel para frenar las atrocidades de la guerra, se convierten en obstáculos gigantescos. ¿Qué pensarán los ciudadanos que sufren en carne propia el conflicto? ¿Será que establecen relaciones sociales los unos con los otros, aun en medio del drama? ¿Permitirá la ONU la depravación de su política de regulación del conflicto? Ojo política de regulación del conflicto, no de erradicación del mismo.

A esta hora del día, aun creo a Israel un títere más del imperio, creo que los palestino-musulmanes se merecen más de aquel 47 % de territorio, hoy reducido a menos del 15%, y creo solemnemente que a Israel le quedó grande el territorio conquistado en proporción a la cantidad de musulmanes que han sufrido y visto la barbarie a través de la historia, pues los judíos no alcanzan ni la mitad de la población que a principios del conflicto se asentó en el territorio palestino.
   

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