viernes, 18 de julio de 2014

El rechazado más notable sorprendió al mundo



Por: Alexander Silva Bustos
Twitter: @alexsilva_78


Seguramente si tenemos frente a nosotros a alguna de nuestras estrellas de rock favoritas y les preguntamos si eran populares en el colegio, la respuesta más probable será un rotundo NO. Incluso llegarán a decir que su mejor índice de popularidad era con la policía o tal vez que vestían diferente en el colegio y tenían muy pocos amigos. Cuando se es joven (y esto vale para todos, no solo para los músicos) uno busca su propia manera de expresarse libremente, de ser diferente para alcanzar notoriedad. Hoy en el mundo del heavy metal las letras están llenas de potencia, voracidad, agresividad y oscuridad; lo cual es bastante normal. Las cosas no eran así iniciando los años 70 cuando alguien lanzó esta frase: “Hay tantos héroes del rock. Necesitamos un villano. Yo quiero encarnar al villano del rock porque nadie ha intentado ser este personaje bizarro y malvado.”

Esas palabras fueron pronunciadas por Vincent Damon Furnier. Si yo menciono ese nombre pueden decir “Bueno, ¿quién es ese tipo?”, pero si les hablo del seudónimo que este señor utilizó para llamar la atención estoy seguro que al menos alguna vez lo habrán escuchado: Alice Cooper. Este personaje amaba los carros de altísima velocidad, las rubias, los cuchillos y el sensacionalismo. Creció viendo películas de terror y escuchando rock, elementos que sin duda lo influenciaron para la formación de su banda. Alice Cooper se basó en el personaje homónimo que interpretó la afamada actriz Bette Davis en la película “What Ever Happened With Baby Jane?” del año 1962. El maquillaje embarrado en la cara de Alice fue utilizado por Vincent para empezar a crear la sensación de miedo que quería transmitir en una gira llamada “Billion Dollar Babies” que se realizó a través de los Estados Unidos en 1973. Este espectáculo tenía rock asociado con pequeñas historias teatrales marcadas por lo macabro y siniestro. 

Alice siempre intentó tomar sus canciones y darles vida enseñándoselas al público tal y como era la letra de las mismas. Sin complejos, descarnadamente, no solo cantándolas. Esto implicaba que como asistente al concierto no ibas a ver a unos tipos que te interpretaban canciones que ya conocías sino que cuando las puertas del auditorio se cerraban cualquier cosa podía suceder, y por cualquier cosa entiéndase ejecuciones con guillotina, sillas eléctricas o actos con serpientes gigantescas; todo esto en la línea más pura de un álbum conceptual. Es obvio que todas estas actuaciones eran simplemente eso: actuaciones y que nunca se lastimó a nadie, además Alice fue tan cuidadoso que nunca cayó en la utilización de malas palabras o algún tipo de desnudez sobre el escenario porque sería demasiado barato y facilista impidiendo que ver su espectáculo dejara algo que desear. El éxito de Alice Cooper con su show era el de sugerir visualmente lo que escuchabas en sus canciones porque si tú sugieres algo no necesariamente tienes que hacerlo, basta con solo imaginarlo. Y así mismo, el aporte principal de esta banda al heavy metal y al rock en general fue, desde la teatralidad y la alteración emocional, abrir las puertas de lo comercial hacia el rock n’ roll.

El heavy metal, como vemos desde hace un par de semanas siempre ha estado asociado con el terror. Una persona rechazada como Vincent, que siempre estuvo al margen de sus compañeros de escuela y también de su propia familia, tenía una gran atracción por lo oscuro y oculto. Muchas veces cuando uno es adolescente y es marginado por todos a su alrededor, la oscuridad te hace sentir muy bien. Es por eso que mientras algunos son felices con sus amigos o con ositos de peluche, otros dibujan sus fantasías más viles y sádicas en las hojas finales de sus cuadernos soñando con tal vez hacerlas realidad en algún momento de su “miserable” vida. Así mismo, el heavy metal aprende una valiosa lección para años venideros: “Alterar vende”. La fórmula de Alice Cooper en los escenarios, las letras musicales y el mercadeo (videos musicales y portadas de discos) fue utilizada con demasiado suceso por bandas como W.A.S.P. en los años 80 o Slipknot y Marilyn Manson en nuestros días. Alice Cooper se la jugó toda pasando de ser el rechazado más grande de Norteamérica al villano más grande del rock sabiendo que podía quedar como un tremendo idiota, afortunadamente no fue así ya que, de marginado pasó a ser un espectacular genio que sorprendió al mundo entero y rompió los esquemas para siempre. Cuando vean a una banda de heavy metal haciendo algo similar, recuerden que Alice Cooper lo hizo primero y lo hizo mejor. 

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