viernes, 25 de julio de 2014

A pesar de todo, se puede soñar



Por: Estefanía Bohórquez Pérez


Hoy James Rodríguez debe estar pensando “a veces siento al despertar que el sueño es la realidad”, tal y como dice la canción Molinos de Viento de la banda española de folk metal Mago de OZ; tema grabado en 1998 para el álbum La leyenda de la Mancha.

Es que aunque el concepto del Real Madrid de hacerse a punta de estrellas, sin tener una cantera, a mi modo de ver no es lo mejor para construir un equipo, como si lo puede ser para el espectáculo, por supuesto nadie puede negar que es una de las escuadras más importantes a nivel mundial en cuanta a balón pie se refiere. Por ende todos los pequeños que tocan un balón pueden estar soñando pertenecer al club merengue, en esta línea es lógico decir que James alcanzó una cima que para muchos ha sido, es y será incluso inimaginable.

Este hito, sumado al hecho histórico de que un colombiano sea el tercer jugador más caro en la historia del equipo ‘galáctico’ permite afirmar que en esta vida soñar si es posible. Que a pesar de ver la escoria que pulula a diestra y siniestra en este país, de ser partícipes de horrores que solo invitan a la desesperanza y la desidia, en este suelo todavía son más los que luchan con la frente en alto, entrega y tesón por conseguir las metas que se trazaron; dejando atrás el mal social de la ventaja o la ley del más ‘vivo’, por el contrario dando ejemplo de que trabajar, ser dedicado, ser juicioso, sumado a saber explotar un talento, los puede llevar a conseguir las proezas más grandes. 

Este tipo de personas, que deben ser los modelos a seguir de las futuras generaciones, no permiten que la adversidad los frene, más bien ven en los obstáculos oportunidades para aprender y avanzar, aplicando de alguna manera la frase “no todo es blanco negro o gris, todo depende del matiz, busca y aprende a distinguir”. En esta medida, con un no, como le pasó a James en una escuela deportiva donde se quería inscribir cuando niño, no se acaba  el sueño, por el contrario se lucha con mayor ahínco para llegar a conseguirlo. 

Otro buen ejemplo deportivo es Michael Jordan, a quien en categorías de formación le dijeron muchas veces que no servía para jugar baloncesto, si esta leyenda se hubiera estancado con el no es muy raro pensar en la historia del deporte de las canastas sin su máxima estrella de todos los tiempos. O Albert Einstein, que reprobó en la universidad, pero que si no se hubiera entregado a la investigación no tendríamos la teoría de la relatividad, además del ejemplo para muchos de los científicos actuales. Así abundan las historias de los grandes triunfadores en el mundo, y en las diferentes áreas, que lograron ver más allá, que lograron triunfar a pesar de uno o múltiples no.
Ahora bien, debo confesar que yo más que una persona optimista suelo ser la más pesimista, que soy de esas personas que perdieron la fe y siempre esperan lo peor de la gente y de cada situación, soy de aquellos a los que hay que gritarles “amigo Sancho escúchame, no todo tiene un qué o por qué”. Pero también soy de las personas pragmáticas que consideran que mi entrega, lucha y tesón se deben ver, por lógica, recompensados por buenos resultados, entonces se podría decir que los sueños, acompañados del trabajo y el orden permiten alcanzar las metas.

Por ahora solo queda decir que me siento orgullosa como colombiana de que uno de los nuestros esté triunfando y sea reconocido por su entrega, disciplina y talento (a ver si algún día borramos el imaginario del país de la coca y las prostitutas). Y cerrar con una contundente frase de Mago de Oz, que puede concebirse hasta como filosofía de vida: “Un camino lo hacen los pies, hay un mundo que descubrir y una vida que arrancar”.

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