Música: con “M” de Mundial
Sí,
el Mundial de Fútbol ya está entre nosotros y es sin duda el evento deportivo
que paraliza al planeta cada cuatro años, el que muestra a las grandes
estrellas del balompié luchando por ser dignos del título Campeón del Mundo (aunque serían más dignos de esa distinción si
las ayudas arbitrales no existieran). Pero, se han puesto ustedes a pensar:
¿qué sería del deporte más popular del planeta sin música y sin el ambiente que
se crea a través de ella?
La
música y el fútbol tienen relativos puntos de comparación ya que para quienes
gustamos de las dos actividades encontramos motivos de belleza, disfrute y
sensibilidad que las hacen bastante afines, debido a que siempre encontramos
artistas tanto para el canto, los instrumentos y la composición como para los
malabares con el balón. Pero a pesar de estas similitudes, tanto la música como
el fútbol parecían ir en direcciones contrarias sin llegar a un punto de
encuentro. Es por esto que en el año de 1961 con motivo del Mundial que se
realizaría en Chile un año más tarde, el grupo de rock local “Los Ramblers”
creó para la ocasión una canción llamada “El Rock del Mundial”. Al principio no
fue el éxito que muchos esperaban pero gracias a la estación “Radio Minería”
esta canción fue un éxito total y sin duda alguna se convirtió en el motor que
impulsó la gran asistencia de público a los estadios chilenos. Obviamente de
ahí en adelante cada vez que se organizó una Copa del Mundo existió la
necesidad de lanzar una canción conmemorativa para el evento, aunque esto no
quisiera decir que esa melodía fuera considerada oficial.
Sin
embargo, fue solamente hasta el año 1990 cuando para el Mundial organizado por
Italia se decidió oficializar varias canciones en un disco que contaba con el
apoyo de la FIFA (metiendo mano a todo lo que genere dinero asociado al fútbol
desde tiempos inmemoriales) y permitir que una de esas canciones fuera el
estandarte de ese álbum. El honor le correspondió a “Un Estate Italiana” (en
español, “Un Verano Italiano”), compuesta por Edoardo Bennato, quien la cantó a
dúo con Gianna Nannini, canción que particularmente creo es la mejor en la
historia de los mundiales porque tenía una letra que pregonaba el juego limpio
y el amor universal que muchos profesamos por este deporte. Eso sí, al parecer
los jugadores no tenían idea del contenido o del significado de la letra porque
durante el torneo se mostraron 16 tarjetas rojas, la cantidad más alta hasta
ahora en la historia de los Mundiales.
Desde
ese año y en cada cita mundialista, se ha sacado un disco con canciones
oficiales, de las cuales se toma una para mostrar ante el planeta los valores
que a través del fútbol podemos lograr. Si ustedes tienen tiempo les recomiendo
que le den una mirada, además de la ya mencionada “Un Estate Italiana”, a otras
composiciones con ambiente de Copa del Mundo tales como “El Mundial” (España
82, cantada por Plácido Domingo), “La Copa de la Vida” (Francia 98, Ricky
Martin), “The Time of Our Lives” (Alemania 2006, Il Divo y Toni Braxton) y
también el popular “Waka Waka” (Sudáfrica 2010, Shakira). En todos estos temas
se muestra ese sentimiento especial que parte desde el evento futbolístico hacia
las personas que gozamos de este deporte tan particular, que así como con la
música hemos gozado, sufrido, reído y de pronto derramado algunas lágrimas,
pero que a pesar de las circunstancias competimos de manera leal enfrentando a
la vida y sus problemas. Si bien no tenemos la posibilidad de ganar un trofeo o
de conseguir la gloria deportiva, los valores que nos enseñan estas dos
actividades hacen que apreciemos lo mejor que cada una de ellas nos ofrece.
Es
bueno saber que aún existimos unos cuantos que nos maravillamos encontrando
melodías nuevas equivalentes a un gol ejecutado con exquisitez, que esa música
que hace el ambiente previo a la competición produce tal desborde de pasión a
los amantes del fútbol. Al fin y al cabo Mundial y Música se escriben con “M”.
Con “M” de Maravilloso.
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