Una lucha al estilo camaleón
Por: Estefanía Bohórquez Pérez
Facebook: Estefanía Bohórquez
Twitter: @jiomarestefania
"Hombres, niños y mujeres el esfuerzo siempre haremos. Campesinos, los obreros, siempre juntos todo el pueblo". Esta es la frase que más describe el carácter incluyente del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Traigo a colación este grupo insurgente hoy porque hace unas semanas leí una nota de El País de México titulada La metamorfosis del subcomandante Marcos. Esta es llamativa porque para quienes han hecho un seguimiento a los zapatistas no es un secreto que ya eran cinco años de una ausencia que llevó a que se especulara sobre enfermedades y hasta el fallecimiento de la figura más reconocida, por lo menos mediáticamente, del ejército.
Antes de seguir con esta historia, recordemos otra estrofa del himno: "Nuestro pueblo exige ya, acabar la explotación. Nuestra historia dice ya, lucha de liberación". En este punto se pude empezar a abordar el contexto histórico del movimiento. El EZLN es una organización mexicana de carácter político, que en sus inicios fue militar. Su inspiración política es el zapatismo, el marxismo y el socialismo libertario, y su estructura militar es la guerrilla.
Aparece por primera vez en Chiapas el 1 de enero de 1994, cuando un grupo de indígenas armados intentaron ocupar 7 cabeceras municipales el mismo día en que entraba en vigor el TLC de América del Norte durante el gobierno, bastante cuestionado, de Carlos Salinas de Gortari; debatiendo al sistema político mexicano sus “promesas de modernidad”.
"Ejemplares hay que ser y hacer nuestra consigna: que vivamos por la patria, o morir por la libertad. Que vivamos por la patria, por la patria universal". En esta frase se resume su ahínco y la lucha que se enmarca en sus tres principales premisas: La defensa de derechos colectivos e individuales negados históricamente a los pueblos indígenas, la construcción de un nuevo modelo de nación y el tejido de una red de resistencias y rebeldías contra el neoliberalismo. En enero del presente año cumplieron 20 años desde su aparición, pero al tomar la ideología zapatista – inspirada en las ideas de Emiliano Zapata, caudillo de la Revolución mexicana- y al nacer en la coyuntura de la entrada en vigor de un TLC, se hace una mezcla muy particular entre luchas históricas y actuales.
Comprensible desde el contexto de un país donde prima la identidad indígena, con un centro de poder mestizo que desconoce esas creencias e identidades, e impone una occidentalización en el modelo económico sin consensuar, donde tienen que mantener una lucha por dejar la dependencia de-colonial de potencias y luchar por lo propio. Por ende, propende porque se incluya a la democracia, la libertad y la justicia como principios fundamentales de una nueva forma de hacer política. Una mezcla que genera lo que algunos mexicanistas han denominado el Neo-Zapatismo.
El elemento que hay que tener presente aquí es la línea transversal de los objetivos por los que nace el EZLN, los cuales se tocan con los que dieron origen a las demás guerrillas de América Latina, pero las cuales se gestan en los años 60. Es necesario hacer este análisis porque nos da cuenta de dos grandes males del continente: la gran desigualdad que llevó a muchos a hacerse en armas para luchar por lo que le han desconocido una porción minoritaria que es la que ostenta el poder político-económico y la cantidad de muertos que quedan de esa pugna armada, en la cual muy poco se afecta a quienes originaron esa desigualdad.
De hecho -volviendo al artículo donde se habla del subcomandante Marcos- Rafael Guillén quien ha dado vida al emblemático personaje reaparece para estar en un homenaje a José Luis Solís, conocido como Galeno, quien el 2 de mayo murió en una reyerta entre el EZLN y un grupo (se podría denominar paramilitar) de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos Histórica (CIOACH), que tienen rencillas históricas. Un ejemplo vívido de que seguimos matándonos los de a pie.
Así las cosas, a esta servidora no le queda más que expresar su sentir: Considero que en la actualidad no debería seguir la lucha armada para la búsqueda de igualdad, a pesar de que los problemas de inequidad son evidentes y generan las problemáticas sociales particulares de la región.
El EZLN siempre ha sido admirado desde la comunicación porque, entre otras estrategias, hábilmente han manejado medios alternativos para difundir su mensaje y permeado así los medios masivos, es más son tan creativos que muchos admiran los poemas que salen desde el movimiento, muchos de los cuales son invención de Marcos. En esa línea deberían seguir e impulsar la movilización social y evitar seguir perdiendo vidas. Por ahora dejo a ustedes las palabras de Guillén “Marcos ha muerto”, se ha convertido en el Subcomandante Galeno; esto en honor a su amigo caído que lo hizo salir de las sombras, en las cuales permanecía para mantener una estrategia distractora, según afirmó.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario