jueves, 28 de agosto de 2014

El rastro asesino del ser humano


Por: Estefanía Bohórquez Pérez


De acuerdo con una publicación de la Universidad de Stanford, por primera vez los humanos seremos testigos de una extinción masiva de fauna. Lo más dramático del caso es que también somos directos responsables de la gran tragedia ecológica y ambiental que se avecina. “Estamos ad portas de la sexta extinción masiva de animales y plantas en nuestro planeta, la última registrada fue la de los dinosaurios hace aproximadamente 75 millones de años”, dijo a Semana.com el profesor Rodolfo Dirzo, científico titular de la rigurosa investigación.

Dirzo explicó que las tres causas principales del desalentador panorama son la defaunación humana, entendida como la deforestación y posterior pérdida de hábitat por parte de las distintas especies animales; el cambio global, es decir, la alteración de los factores climáticos generados por las emisiones de gas metano y dióxido de carbono por parte de las industrias humanas; así como la caza indiscriminada para el comercio de animales o de sus partes, como el colmillo de elefante, el cuerno de rinoceronte y la aleta de tiburón. 

En pocas palabras el académico está señalando que nosotros hemos generado un daño tan grande, con el afán de un supuesto ‘desarrollo’, que hemos alterado el equilibrio natural y somos los responsables de la pronta desaparición de cientos y/o millones de especies. Fácilmente se puede afirmar que el hombre es una especie tan dañina, tan bélica, tan perjudicial, que puede en decenas de años acabar con los procesos naturales que al planeta le ha tomado siglos construir. 

Por eso hoy traigo a la memoria las palabras de Bersuit Vergarabat en su canción Madre hay una sola: “aun no te libraste de nosotros nuestra decidía fue por tenerte regalada, el creer que no vales nada. Estás pariendo hijos ciegos, estás cansada, aunque tus lágrimas saladas nos pueden ahogar si quieres. Los pocos que te aman no tienen fuerza, como reliquias se pasean, solo paquetes de turismo son”. Perfecto retrato el que hace el grupo argentino de rock, de las razones que han llevado al ser humano a atacar sin remordimiento el único espacio conocido donde podemos habitar. Después de todo no somos tan inteligentes, ¿verdad?

Aunque parece que la sexta extinción masiva es inminente podemos retrasarla, solo depende de la voluntad, de un cambio concienzudo de malos hábitos, de dejar las costumbres que asesinan plantas, animales, caudales de agua y hasta pueden estar cavando nuestras tumbas. Rodolfo Dirzo alerta sobre la seriedad y complejidad de la situación, pero cree que unidos como especie se pueden hacer grandes cambios en los hábitos que conlleven a retrasar el proceso de extinción masiva. “Es deber de todos los habitantes del planeta activarse para crear conciencia y, sobre todo, exigir a nuestros gobernantes una agenda ambiental rigurosa, para que las generaciones venideras tengan un lugar dónde vivir. Si no cambiamos la situación, nuestra propia especie tendrá un final dramático”.

Esta es una invitación a dejar de ser “enormes cloacas”, a dejar de vaciar “torrentes hacia el mar de un amor que huele mal” porque “anunciándole al cielo nuestro destino se ven las marcas de la muerte por las ventanas del avión” y debemos comprender de una vez por todas que el tal “progreso fue un fracaso, fue un suicidio la ansiada, prosperidad fue el más pesado vagón”, porque de lo contrario nuestra madre tierra nos hará entender muy por las malas: “para qué un juicio final si ya estamos desechos, una explosión natural hará una gran selección”.

Para finalizar, quiero pedir la colaboración de la banda para decirle a La Tierra “te agradezco porque aquí estoy. Vos sos mi única madre, con alma y vida hoy venero tu Jardín, te agradezco, aunque me voy avergonzado por ser parte de la especie que hoy te viola en un patético festín”. También es necesario hacer un llamado, un sacudón para todos, porque todos estamos -por acción u omisión- matando al planeta, así podemos empezar a dar pasos en pro de un uso consiente del suelo que nos ha permitido vivir, pero teniendo claro que si no hay una organización social clara que defienda este objetivo seguirán ganando los intereses económicos inmediatos que continuarán devorando todo a su paso y defecando sobre los más indefensos. 

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